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lunes, 15 de diciembre de 2014

lo efímero


"Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte."
JOAQUÍN SABINA

"Luego se me ocurrió algo extraño: que no debía olvidar esa escena; (...) que debía buscar el detalle más bello y hacerle una foto mental, una foto de ciego; que algún día entendería yo por qué. Cerré los ojos, como imitando al viejo fotógrafo, como si con eso bastara, como si mis párpados fueran el obturador y con sólo cerrarlos se fijara una imagen."

Foto: Gonzalo Gallardo
Texto: fragmento de la novela "Monasterio" de Eduardo Halfon

lunes, 8 de diciembre de 2014

la flor del granado


Plántame
todas tus flores
en el vientre.
Recógeme
después
el sexo y
el pelo.
Y cuando
hayas
terminado
con mi primavera,
hazme
también
el verano.

Foto: Gonzalo Gallardo
Texto:Yolanda Saenz Tejada


lunes, 1 de diciembre de 2014

guirnaldas de llanto


Pequeño vals vienés

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.


Foto: Gonzalo Gallardo
Texto: Federico García Lorca