Hoy os traigo un trozo de mi album familiar. No hay ninguna pretensión artística en este post, pero quiero compartirlo con vosotros.
La semana pasada mi hija mayor, Ana, se graduó en Óptica y Optometría. A continuación os transcribo la carta que le entregamos su madre y yo.
Para los que no la conozcais, Ana es la del vestido rojo.
Querida hija:
Con el acto que celebramos hoy, estás a punto de cerrar una etapa de tu vida y de iniciar otra. Son momentos importantes que ya verás como los recuerdas siempre. Ahora termina tu formación y comienza el desarrollo de tu existencia.
Tu madre y yo hemos luchado para que en este primer ciclo no te faltara de nada: alimento, vestido, colegio, salud… y lo más importante: amor. No somos perfectos –lo sabemos- y es seguro que muchas cosas podíamos haberlas hecho mejor, pero viéndote hoy nos sentimos felices porque hemos colaborado a hacer de ti una mujer honesta, fuerte e inteligente. Así que, por lo visto, no nos equivocamos mucho.
Queremos que sepas que aunque no nos necesites, nosotros seguiremos estando aquí. Este punto de apoyo no lo vas a perder mientras vivamos. Vive tu vida, plena y conscientemente, y cuando no encuentres en los demás algo que necesites, no lo dudes: llama a la puerta de tus padres.
Disfruta y celebra con tus amigos este día.
En Murcia a 20 de mayo de 2011
Tus padres
