FOTOGRAMA ESTIVAL
Dulces días de amor canicular
y nunca más
el túmido sello de tus labios
-vaporosa película de tu beso licuado-,
tu sexo áspero ludido en la noche de mis manos.
Chiquilla del cariño insumergido.
¡Pero cómo me querías!
¡Cómo me querías!
Ahora que el verano pandea su raspa
de célico delfín
con triste paladar a ciudad evacuada,
el viento altano me arrastra como un zampalimoscas
por la camisa transparente de la tarde:
urbano viandante arrumbado hacia ti.
Tú que me querías bien
¡que me querías!...de haberte yo querido.
Dulces días de amor canicular
y nunca más
el túmido sello de tus labios
-vaporosa película de tu beso licuado-,
tu sexo áspero ludido en la noche de mis manos.
Chiquilla del cariño insumergido.
¡Pero cómo me querías!
¡Cómo me querías!
Ahora que el verano pandea su raspa
de célico delfín
con triste paladar a ciudad evacuada,
el viento altano me arrastra como un zampalimoscas
por la camisa transparente de la tarde:
urbano viandante arrumbado hacia ti.
Tú que me querías bien
¡que me querías!...de haberte yo querido.
Foto: Gonzalo Gallardo
Texto: Francisco M. Ortega Palomares