De cómo aferrarse a lo inasible:
no importa la ofrenda cuando solamente el cuerpo
se ofrece en tonalidades grisáceas
el desequilibrio es la única opción desesperada de aferrarse
ante la posibilidad de alejar el destinado abismo,
una asincronía entre tu instante y el mío,
una repetición ad infinitum de labios y vacíos
suceden la esperas y la incorporeidad
a la brevedad de la hoguera
entonces vuelvo a caer dentro de mí
Foto: Gonzalo Gallardo
Texto: Ángela Moreno