"Tras aquel viaje larguísimo por fin llegamos a la
costa. Era 7 de Julio. Nuestro coche ya descansaba como un caballo fatigado en
el aparcamiento y tú propusiste que nos diéramos el primer baño. De ese momento
lo que más recuerdo son tus tobillos caminando por la arena unos metros por
delante de mí. Dios, sólo te faltaban las alas. Eras un ángel. Siempre me
preguntaba qué habrías visto en mí, por qué tanta suerte de encontrarte.
Vivimos tres semanas increíbles en aquel pueblo de la costa con sus pescadores y
sus casas blancas. Creo que era la primera vez que me veía con alguien a mi
lado, pasando las horas en silencio, sabiendo que todo estaba bien, sin
necesidad de hablar. Luego por las noches nos reíamos y bebíamos vino y
comíamos los regalos del mar. Fue la última noche. Recostada sobre mi pecho
dijiste: ¿Sabes por qué te quiero? Porque sé que caminas detrás de mí para
mirar mis tobillos y en esos instantes me haces pensar que sólo te faltan las
alas."
Foto: Gonzalo Gallardo
Texto: Marwan