La gárgola
Y sueñan los caños góticos
sus memorias de romance.
Sueña la gárgola a cántaros
lo que va de sierpe a ángel.
Llueve en sus conchas morriña
y por túneles y fauces
se empuja a borbotones
las venas rotas del aire.
La gárgola se remuerde
sus pecados capitales,
atada al canal, de bruces,
sin alas para estrellarse.
Cuando le azota la nube
sus entrañas de saudades,
la gárgola, aprieta, aprieta
todos sus sueños de sauce.
Allá abajo el chorro espeso
busca en las losas del valle,
el cielo de los suicidas:
¿La gárgola fue antes ángel?
Foto: Gonzalo Gallardo
Texto: Gerardo Diego